Flora y fauna de Malpica de Tajo
Pallenis: nombre genérico que podría derivar del latín {pallens}, que significa "pálido", aludiendo, quizás, al color amarillo pálido de los capítulo. Spinosa: epíteto latino que significa espinoso, aludiendo a las brácteas punzantes que rodean a los capítulos.
La Pallenis spinosa es una planta anual. Hay pubescencias prácticamente en toda la planta, muy finas y largas. El tallo tiene base leñosa y es erecto y de color rosado. Las hojas son alternas y en forma de punta de lanza obtusas y con punta final. Las flores en infloresecencias en forma de capítulo protegidas por brácteas involucrales, las exteriores están extendidas en forma de estrella, similares a las hojas, lanceoladas y punzantes, y las interiores mucho más pequeñas, ovaladas, normalmente con la punta verde. Estas cabezuelas florales tienen unos 2,5 cm de ancho y son solitarias. El involucro es de dos capas. Las hay con dos hileras de lígulas, femeninas, de color amarillo limón, a las que sobrepasan las brácteas involucrales exteriores. Los flósculos son amarillos anaranjados, hermafroditas. El androceo consta de cinco estambres epipétalos, con anteras sagitadas provistas de apéndices basales enteros o lacerados, formando un tubo que rodea el estilo. El gineceo tiene un ovario ínfero, unilocular, del que surge un estilo solitario con dos estigmas. El receptáculo tiene escamas muy parecidas a las brácteas más internas, pero no vellosas; son de contorno cuadrangular, terminado en forma de paréntesis con punta aguda, y con una costilla longitudinal mediana de perfil triangular en la cara externa. Los frutos tienen unos 2mm de largo: los externos son subcirculares, alados, sin velo y con una corona de pelos escamoides cortos en una cresta plana; de manera centrípeta, pasan a tener forma más oblonga, subalada y vellosa, llegando en el centro a ser alargados, vellosos y sin alas. Todos los tipos son comprimidos.
Aparece en caminos, cunetas, taludes, praderas, eriales y herbazales. Flore a finales de la primavera y se agosta enseguida. Con cierto parecido a Astericus aquaticus (el Ojo de buey, nombre con que también se conoce a la Pallenis spinosa) de la que se diferencia por el mayor porte de ésta, hasta 70 cm y porque las brácteas involucrales más exteriores, patentes, rematan en una espina
Enlace a un artículo de la NIH sobre: "Composición, actividad antioxidante y citotóxica de los aceites esenciales de partes aéreas frescas y secadas al aire de Pallenis spinosa"
Con las flores se elaboraban unas cataplasmas que sirven para reducir el dolor de reuma y de contusiones (antiinflamatorio). Debido a su actividad antiinflamatoria, las infusiones de los capítulos sirven para reducir la fiebre y los dolores de cabeza.
Se usaba el tallo para sujetar la losa en "la trampa paraperdices".
En la Pallenis spinosa, como sucede en otras Asteraceae (las más conocidas y estudiadas, la margarita y el girasol), si trazamos las ramas espirales levógiras y destrógiras de sus amarillentos flósculos y las contamos observamos que siguen un patrón matemático, suelen distribuirse de acuerdo con dos números consecutivos de la sucesión de Fibonacci (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, ...) cuyo cociente está a su vez relacionada con el número áureo o número de oro ya que, como sabemos la sucesión formada por el cociente entre dos términos consecutivos de la sucesión de Fibonacci tiende a ese número de oro (Φ), el más irracional de los números (teorema de Hurwitz). En el ejemplar que he fotografiado, 21 en sentido levogiro (antihorario) y 34 en el sentido dextrógiro (horario) como puede apreciarse en las dos figuras siguientes.
Estudios de filotaxis matemática como los del botánico Roger V. Jean en piñas, concluyeron que el 92 por cien de las piñas seguían el patrón de los números consecutivos de la sucesión de Fibonacci y el 2 % de las que no seguían el patrón de la sucesión de Fibonacci, se ajustaban a la sucesión de Lucas (construida con la misma recurrencia (2; 1; 3; 4; 7; 11; ...) y las fracciones de términos consecutivos también convergen al número de oro (Φ) ). ¿La naturaleza sabe matemáticas?, por supesto que no, las matemáticas son una creación humana, y este es uno de los patrones que usamos los científicos para intentar comprenderla, la explicación pasa por el estudio del crecimiento y disposición a partir de los primordios (Morfogénesis), que se distribuyen según estados de energía mínima, impuesta por la limitación del espacio trimidimensional en que se desarrollan, formando ángulos mínimos con los anteriores, lo que les permitan una distribución lo más compacta posible, por eso se desarrollan en espiral que podemos ajustar a la de Fibonacci (pero también a otras espirales logarítmicas) y con ello, algunos, conectan con el número de oro y la sucesión de Fibonacci, que es un modelo para explicar su comportamiento natural, al crecer en un espacio limitado y hacerlo de la manera más eficiente, pero seguramente se podría ajustar a otros similares pero no creo que sea un principio universal de crecimiento natural sin excepciones.
Amelos duros, árnica, árnica de secano, asterisco, castañuela, cebadilla, cevadilla, estrellada, estrellada espinosa, falsa árnica, inguinaria, madre e hija, malhijo, mata del reloj, mirra, ojo boyal, ojo de buey, padres e hijos, pampilosa de espinas, patagallo, pincho, pincho amarillo, pincho cuco, pincho de las diarreas y uña de gato.