Malpica de Tajo de noche
Muchos días salgo a tomar fotografías al atardecer, bastantes días saco a mi perro a dar una vuelta a partir de medianoche, ocasionalmente capturo fotos de Malpica de Tajo ya bien entrada la noche y, aunque no no he realizado un estudio estadístico riguroso, tengo la impresión, seguramente errónea ya que no dispongo de datos comparativos al no conocer lo que sucede en otros lugares, de que, en el pueblo y en las pistas y caminos de los alrededores, se despliega, fundamentalmente por parte de la gente joven, un intenso e inusual (pues para mí, aunque pueda parecer chocante e increible, la función única y exclusiva de mi automóvil es servir de medio de locomoción) tráfico nocturno de vehículos que se me antoja, como decía mi abuelo, que no entendía los efectos beneficiosos para la salud de hacer deporte pedestre, tal vez porque ya bastantes calorías quemaba trabajando de sol a sol, que "no van a ningún sitio", simplemente dan "perivueltas", ("dar un perivoltio" como decíamos cuando éramos mozos) y queman combustible. ¿Obedece a una forma rápida y eficaz de explorar lo que se cuece en los rincones y puntos de reunión para buscar una corropla a la que unirse?, ¿es una forma moderna de "pelar la pava"?, ¿responde a una necesidad de quedar, alternar y/o pasear con determinadas personas que interesan?, ¿es un medio para "hacer manitas" a salvo de miradas indiscretas?, ¿es un modo de "matar el aburrimiento" y dar una vuelta en estos tiempos de confinamiento?, ¿se corresponde con una nueva pauta de conducta sociológica de evasión?, ¿es simplemente la manera de pasear en estos acelerados tiempos, de quienes son lo sufientemente jóvenes como para no contemplar aún la conveniencia de hacerlo a pie? Seguramente este comportamiento adaptativo obedece a algunas de estas razones (y/o otras muchas de las que probablemente ni siquiera me percato pues escapan a mi corto entender) así que lo que se muestra a continuación es el Malpica nocturno que, como telón de fondo, asiste impertérrito, impasible y silencioso al acontecer de ese otro ambiente nocturno mucho más interesante, entretenido, divertido y ajetreado (hermético, inaccesible, inasequible e impenetrable para las personas de determinados intervalos de edad) que (y tal vez sean simples figuraciones de mi imaginación) tiene como fondo escénico nuestro pueblo.