Flora y fauna de Malpica de Tajo
El nombre del género deriva del latín {cucumis, - eris}, que significa "pepino". El epíteto específico {myriocarpus} es la composición de dos vocablos {myrio} que procede del griego {myrias} o {myrios} (pulral de {myriori}) que inicialmente significaba 10 000 (miriámetro) y que posteriormente se aplicó a "un conjunto grande de elementos" (miríada) y el vocablo latino {carpus} (procedente del griego Karpos) con significado (entre otros) de "fruto, grano o simiente", lo que vendría a decir que su fruto tiene multitud de pipas, granos o simientes.
La sandía espinosa, sandía amarga, cindra del diablo, sandía de lobo o habanera, aunque se arrastra como una mata de sandía, florece como una sandía y su fruto se parece a una sandía, no pertenece al género de las sandías (Citrullus) sino al de los melones y pepinos (Cucumis), lo que se observa con claridad en las semillas, blancas y alargadas.
La Cucumis myriocarpus es una hierba anual de desarrollo rastrero y estival. Germina, a final de la primavera o principio de verano, emitiendo unos pocos tallos horizontales y escábridos que crecen sobre el suelo, ramificándose profusamente, formando matas postradas que llegan a superar un metro de diámetro. Todas las partes vegetativas de la planta recuerdan en miniatura a las sandías; las hojas, con pecíolo escábrido y con cortos acúleos, están divididas en segmentos profundamente lobulados (normalmente cinco), y a mediados del verano se acompañan de flores acampanadas con pétalos amarillentos, tiene dos tipos de flores: masculinas y femeninas en el mismo individuo. En las flores femeninas se destaca el ovario, con los incipientes acúleos, que le dan un aspecto peludo. Lo más característico de la planta son los pequeños frutos esféricos rayados, incialmente verdosos con rayas blancas y amarillentos en la madurez, de unos 3 a 5 cm de diámetro, recubiertos de espinas blandas que se hacen más rígidas con la maduración; estas pequeñas sandías, coloreadas con líneas alternantes claras y oscuras, contienen una pulpa blancuzca de textura cartilaginosa y sabor extremadamente amargo; la pulpa encierra numerosas semillas blancas, lanceoladas, similares a las de pepinos o melones pero de menor tamaño. Las hojas y tallos son de tacto muy áspero, al estar recubiertas de pequeñas espinas blancuzcas o transparentes. Tallos de hasta 2 m, delgados, ramificados, estriados longitudinalmente, escábridos. Hojas ligeramente crasas; pecíolo de 2-6 (-10) cm, escábrido y con cortos acúleos; limbo de 2-4 x 3-6 cm, profundamente (3-) 5 (-7) lobado, con haz ligeramente escábrido y envés marcadamente escábrido, verde oscuro. Flores amarillas, las masculinas con pedicelos de 1,5-6 mm; sépalos de 1,5-2 mm, subulados, erectos; pétalos de 4-5 mm, vilosos; las femeninas cortamente pediceladas, alargándose hasta 2 cm en la fructificación; sépalos de 1-2 mm; pétalos de 1,5-1,8 mm. Pepónida de 2-2,5 cm de diámetro, globosa, con acúleo de 2-3 mm, blanda, verdosa con bandas longitudinales más blanquecinas. Pulpa muy amarga
La sandía amarga se suele encontrar en barbechos secos y arenosos, es una planta nitrófila -propia de sitios con suelos ricos en amoniaco, nitritos y nitratos, como son los lugares frecuentados por el hombre y el ganado-, pero exigente en la presencia de una alta proporción de arena, las fotos pertenecen a unas matas que descubrí en el valle "La guarra" en la parcela de mis primos (q.e.d.) y a las besanas colindantes a la labranza del quinto de Pajarquemao.
Se trata de una especie no nativa de nuestras latitudes, incorporada a nuestra flora a lo largo de los últimos siglos, probablemente de la mano del hombre. Proviene de la banda central del continente africano, aunque actualmente se extiende por países de climas subtropicales y mediterráneos, llegando a actuar como invasora en algunos de ellos.
La pulpa del fruto de esta especie es uno de los purgantes más activos que se conocen, habiendo sido utilizada durante milenios con tales fines en muchas regiones de África; es probable que en el pasado la sandía espinosa se introdujera en Europa para ser usada con estos fines, como ocurrió con otra cucurbitácea, la colocíntide o coloquíntide (Citrullus colocynthis (L.) Schrad); también se sospecha de su introducción para fines ornamentales. El fruto es además extremadamente tóxico, por lo que no debe ingerirse. Algunos animales pueden morir (o quedar sordos y ciegos) por su toxina salvo cabras y caballos que se acostumbran a su amargor.
Sandía espinosa, sandía del diablo, sandía de lobo y habanera.