Flora y fauna de Malpica de Tajo



 

Milano (Milvus milvus)

Etimología

El nombre genérico y el epíteto específico Milvus provienen del latín {milvus, -i} que significa "milano".


El Milano Real es una de las aves de presa que cuando se la ve en vuelo resulta más fácil de identificar. Su ahorquillada cola, profundamente escotada, y las manchas blancas muy conspicuas situadas al lado mismo de las puntas negras de las alas resultan inconfundibles..

Milano real

Descripción

El milano real tiene una longitud de 60 a 65 centímetros, una envergadura de alas de casi dos metros (190 centímetros) y un peso que oscila, desde los 900 gramos a los 1.200 gramos de peso. Los adultos tienen la cabeza blanca rayada finamente de negro. Todas las partes superiores son de color marrón rojizo, teniendo las plumas bordes más pálidos y el centro muy oscuro. Las alas son del mismo color y las primarias tienen las puntas negras. Las plumas de la cola son de color rojo acastañado vivo. La garganta es blanca y el resto de las partes bajas del cuerpo también de color castaño y muy rayadas en el pecho. La base del negro pico es amarilla, así como también la cera. Las patas y un círculo alrededor del ojo son amarillos y el iris de color ámbar. Los inmaduros son generalmente más pálidos que los adultos. El plumaje de la cabeza y el cuello es más rojizo, no tan marcadamente rayado de negro. Por encima son de color marrón rojizo, pero las plumas tienen las puntas blancas. Las partes inferiores son pardas con rayas negras más estrechas que en el adulto. Los ojos son marrones pasando progresivamente al amarillo. La cera del pico y las patas son amarillentas. Su cola tiene una forma muy ahorquillada. Se diferencia fácilmente del milano negro, que es totalmente oscuro y tiene la cola menos ahorquillada. (Foto: Jorge Martínez Huelves, delbanco de imágenes y sonidos del ITE).

Etología y hábitat

Buen velero y normalmente poco arisco, ofrece el espectáculo fascinante de su absoluta maestría en el aire. Cuando vuela lo hace casi siempre en amplios círculos, lo mismo sobre la ladera de un monte que en una llanura, resultando inconfundible su vuelo boyante, y la silueta ya descrita. Bate las alas lenta y pausadamente y es incansable siguiendo una línea y explorando atentamente el suelo, girando con frecuencia a poca altura sobre un basurero o una carroña en la que se han concentrado para comer un grupo de buitres, alimoches y cuervos. Muchas veces asciende a gran altura con giros amplios aprovechando las corrientes termales. Durante la estación de cría es un pájaro fundamentalmente de bosques, sobre todo los de especies caducifolias, pero también habita bosques de coníferas. Sin embargo, requiere espacios abiertos muy grandes en los que caza sus presas y, aunque no es pájaro que se asocie fácilmente con el hombre o frecuente lugares habitados por éste, se beneficia ahora de sus actividades. Su costumbre de comer restos y carroñas de animales le viene ya de muy antiguo y cuando era verdaderamente abundante entraba en los pueblos y ciudades buscando desperdicios.

Milano real en vuelo

Caza y vuela sobre los bosques boyantemente, moviendo la larga cola a un lado y otro, siendo ésta como un poderoso timón. La mayor parte de sus capturas las efectúa en campo abierto, volando bajo sobre el suelo y también, más frecuentemente, pasando rasante sobre elevaciones del terreno. Aunque es fundamentalmente un cazador de campiña abierta se posa mucho en árboles, donde permanece por períodos muy prolongados con el plumaje inflado y como adormilado. Algunas veces se le ve completamente quieto con alas inmóviles en el aire, observando una presa bajo él, y es capaz de capturar pájaros tan grandes que siempre están alerta como la Paloma Torcaz y el Arrendajo. Se le ha perseguido mucho por su costumbre de coger pollos en los gallineros. En sus zonas de reproducción las parejas están bastante distanciadas, pero en migración y en los cuarteles de invierno es gregario, formando pequeños bandos. Muy frecuentemente se ven pequeños grupos de 3-5, probablemente familias enteras yendo hacia el Sur. Con frecuencia el Milano Real forma parte de las partidas de carroñeros que recorren los campos a la espera de reses muertas; junto a los cadáveres se le ve con buitres, córvidos y su pariente el Milano Negro, con el que compite fuertemente por los lugares de nidificación, en determinados emplazamientos, ya que, en general, el Milano Negro es mucho más abundante y común en época de cría. Sólo en invierno, a causa de las muchas aves de su especie que llegan de otros puntos de Europa, puede verse al Milano Real por todas partes.

Alimentación

Caza aves y pequeños mamíferos, como liebres o ratas, también se alimenta de pájaros e invertebrados; incluso puede devorar carroña.

Reproducción

Los machos que van a criar por primera vez son los primeros en llegar a un territorio, estableciéndose allí y reclamando continuamente a todos los que pasan de su especie sobre la zona. Los machos que acuden a las llamadas son expulsados violentamente, pero naturalmente las hembras son bienvenidas. El cortejo de los milanos es rara vez observado a no ser con muy buen tiempo y cielo despejado, volando entonces estos pájaros a considerable altura y descendiendo sobre el nido a gran velocidad y acompañando estos vuelos con gritos y chillidos. Se cita un caso curioso en esta especie volando ambos pájaros a gran velocidad al encuentro uno de otro y cuando parece que van a chocar se cogen de las patas en pleno vuelo. Durante las paradas nupciales la pareja acompaña sus acrobacias veleras con dulces relinchos: «hiou-hiou-hiouou». Suele anidar en los árboles, donde confecciona un nido a base de ramas y hojas. El nido es un buen montón de ramas, guarnecido de tierra, lana, musgo y toda clase de trozos de papel e incluso de plásticos. La puesta consiste en un número que oscila, desde un solo huevo, hasta tres; tardarán en eclosionar unos treinta y cinco días aproximadamente. El macho suele reemplazar a la hembra en la incubación por pequeños periodos de tiempo, mientras ésta se alimenta. Cuando el macho no caza suele tener como posadero la rama de un árbol próximo al nido, desde donde vigila la llegada de cualquier intruso, que muy a menudo son cornejas, a las que ataca y hace alejarse. Como entre el nacimiento de los pollos puede haber hasta 6 días de diferencia, su tamaño es a veces muy dispar. Sin embargo, los pequeños milanos no luchan entre ellos y se desarrollan bastante bien. Hasta los 14 días conservan el plumón del nacimiento, que tiene color crema en la cabeza y en el dorso es marrón claro, siendo por debajo blanco cremoso. A los 28 días ya están bastante emplumados por el cuerpo. En los últimos días los pollos comen ya directamente de las presas que llevan los adultos. Sin embargo, la hembra continúa cebándolos igual que hace los primeros días de vida con las presas que el macho aporta y que suele colocar algunas veces no dentro del nido, sino en una rama próxima. El primer vuelo de los jóvenes no tiene lugar antes de los 45-46 días y generalmente dejan el lugar a los 48-50 días.