Flora y fauna de Malpica de Tajo
El nombre de la especie, Humulus, que data de la Edad Media, provendría del nombre eslavo chmele (lúpulo) o del antiguo termino germánico Humel ou Humela (portador de frutas). La versión según la cual el nombre deriva del latín humus, tierra, es ciertamente erróneo. Lupulus, es el diminutivo de lupus, lobo, en alusión al hecho de que sus tallos flexibles trepan enroscándose a los árboles como estrangulando las plantas.
El Humulus lupulus es una hierba que aunque frecuentemente se considera trepadora, no posee zarcillos ni ningún otro apéndice para este propósito, sino que se sirve de robustos tallos (nacidos en primavera, del rizoma) provistos de rígidas y ganchudas (inclinadas hacia abajo) vellosidades para enrollarse (en sentido destrógiro) sobre otras plantas. Es una herbácea perenne que puede alcanzar ocho metros de altura, con hojas palmato-lobuladas de 3 a 5 lóbulos dentados, con un peciolo hasta tan largo como la mitad de la lámina, el haz es escábrido y en el envés pubescente y glanduloso; en la base tienen dos estípulas membranosas, lanceoladas y bífidas. Siendo una especie dioica, las flores femeninas y masculinas surgen en plantas separadas, las primeras, de color verde claro, se reúnen en amentos, son ovado – oblongas, de consistencia papirácea y opacas; tienen un ovario cubierto por el perianto; el ovario emite un estilo que finaliza en dos estigmas filiformes de unos 3 mm y son usadas como saborizante y agente estabilizador en la cerveza, las masculinas, amarillo verdosas, forman panículas. La polinización del lúpulo es anemofila (por el viento).El fruto es un aquenio de 3 x 2.5 mm, globoso, más o menos sésil, cubierto por el perianto que está provisto de numerosas glándulas que segregan sustancias aromáticas.
Natural de las zonas húmedas y frías, puede encontrarse en estado silvestre en setos, malezas y linderos de los bosques o junto a los ríos frecuentemente enrollada en zarzas.
Recolección y conservación
Las flores femeninas pueden recogerse desde finales de verano hasta el otoño, se secán a la sombra y se conservan en recipientes herméticos (durante una sólo temporada pues se ponen rancias) a temperatura natural.
El Humulus lupulus, tradicionalmente se ha usado (las flores femeninas frescas o secas a finales del verano que, cuando están maduras, desprenden, al agitarlas, un polvillo amarillo verdoso llamado lupulino) como tranquilizante, algunos rellenaban las almohadas de las hojas y la flor del lúpulo para dormir mejor. También se ha usado como tranquilizante y calmante, para combatir las enfermedades nerviosas, el nerviosismo, la ansiedad, el insomnio. Puede ayudar a combatir los dolores de estómago si son de origen nervioso. Contiene además principios amargos cetofenólicos, como la humulona y lupulona, que le confieren acción aperitiva y antiséptica, utilizándose habitualmente en casos de neuralgias e inapetencias. Como aumenta los estrógenos u hormonas femeninas puede usarse para disminuir el apetito sexual masculino (anafrodisíaco) o aumentar el femenino (afrodisíaco) y para tratar las poluciones nocturnas y la eyaculación precoz. Se dice que es anticancerígeno y que combate las lombrices intestinales y el fruto para las afecciones de la piel como el eccema, la dermatitis o las úlceras de la piel y palia los dolores reumáticos como la artritis reumatoide o la gota y para las quemaduras e inflamaciones.
Sus hojas se pueden usar para preparar ensaladas o se pueden hervir y comer como verdura. Con los brotes tiernos podemos elaborar sopas o tortillas como si fueran espárragos. En la industria se utiliza en la elaboración de aceites con los que se proporciona aromas a alimentos o perfumes. Los tallos pueden servir para fabricar nasas para pescar o cestas (cestería). De las flores femeninas se obtiene un tinte para el cabello de color castaño, además de otras cremas cosméticas, y con los tallos se obtiene un tinte textil amarillo o marrón rojizo.
Efectos secundarios y advertencias: puede producir tos seca, dificultad para respirar, bronquitis crónica y otras enfermedades respiratorias ocupacionales y otros problemas respiratorios a largo plazo. Puede producir depresión leve del sistema nervioso central (somnolencia, respiración y pensamiento lentos), especialmente cuando se toma con otras drogas o hierbas/suplementos que también causan depresión leve del sistema nervioso central. El consumo de grandes cantidades de lúpulo puede causar convulsiones, hipertermia, agitación, vómito, dolor estomacal así como incrementar los ácidos estomacales. No está claro qué efectos puede producir en las afecciones de sensibilidad hormonal como el cáncer (seno, uterino, cervical, próstata) o endometriosis. El lúpulo puede bajar los niveles de azúcar en la sangre en individuos normales pero incrementar el nivel de azúcar en la sangre en aquellos que sufren de diabetes. Se recomienda precaución en los pacientes con diabetes o hipoglicemia y en aquellos que toman drogas, hierbas o suplementos que afectan el azúcar en la sangre. Los niveles séricos de glucosa se deben controlar por un proveedor médico y se pueden necesitar ajustes en el medicamento. No se recomienda el lúpulo durante el embarazo o la lactancia debido a los efectos hormonales y sedativos.
El lúpulo y la cerveza
Además de sus propiedades medicinales, reconocidas desde la antigüedad, el lúpulo se utiliza industrialmente en la fabricación de la cerveza, a la cual otorga su peculiar aroma y sabor al mismo tiempo que permite su conservación. El ácido del lúpulo (ácidos α) tiene un suave efecto antibiótico contra las bacterias Gram positivas, y favorece la actividad de la levadura de malteado. Ya utilizado por los romanos hace 2000 años en la fabricación de la cerveza, actualmente, en la elaboración occidental, el aditivo principal que se utiliza para hacer de contrapeso (de equilibrante si se prefiere) al dulzor de la malta es el lúpulo (Humulus lupulus). De esta planta se utiliza la flor femenina sin fecundar. En la base de sus bracteólas, hay unas glándulas que contienen la lupulina, que es el ingrediente que aportará a la cerveza su sabor amargo y los aromas propios. Del amargor son responsables los ácidos amargos y los aromas proceden de aceites elementales constituidos en especial por compuestos bastante volátiles y delicados a base de ésteres, y de resinas. El lúpulo es la causa de la estimulación del apetito que produce la cerveza. El lúpulo es muy delicado, solamente se puede utilizar fresco durante los pocos meses de su cosecha, que coincide con la de la viña: finales de agosto a octubre (del hemisferio norte) según las variedades y el sitio. Fuera de este intervalo temporal se tiene que condicionar, de manera que el mercado presenta diversas formas que van desde el lúpulo deshidratado hasta extracto de lúpulo. Lógicamente, en cada manipulación se van perdiendo características y no es lo mismo utilizar un lúpulo fresco o congelado que un aceite de concentrado de lúpulo. El efecto organoléptico sobre la cerveza es muy diferente. La variedad y el frescor del lúpulo influyen muy sensiblemente en la calidad final de la cerveza. Las formas de uso son en extracto, "pellet" o en polvo; aunque la forma más habitual es en pellet que con un buen acondicionamiento frigorífico conserva muy bien sus ácidos alfa y sus aceites esenciales como mirceno, humuleno, cariofileno y farnesano.
Cañamiza, cerveza, cuerpo de hombre, espárrago de ortiga, espárrago de río, espárrago de soguilla, espárragos de culebra, espárragos de ortiga, espárragos de sortijilla, espárragos de zarza, flor de hombre, hombrecillo, hombrecillos, lupiera, lupina, lupio, lupios, lupo, lúpulo bravo, ombrecillo, parra silvestre, pimienta blanquizca y piña fofa.