Proyectos de navegación del río Tajo (mapas relacionados con Malpica de Tajo y aledaños)
Antes del advenimiento del asfalto y el ferrocarril, el transito y transporte por la geografía peninsular se realizaba, fundamentalmente, a través de caminos, cañadas y veredas; del mantenimiento de las vías de interés militar se ocupaban los gobiernos, de las municipales, los municipios y de la red de Transhumancia el poderoso sindicato de la Mesta castellana. Siendo el Ebro el río más largo de España y el Tajo de la península Ibérica, no es de extrañar y cabía esperar que, algunos ilumniados, se interesasen por el transporte fluvial, principalmente, como medio de tranporte de mercancías de la cuenca alta a la media o baja de los ríos.
Hay cuantiosos y documentados estudios sobre la navegabilidad de los ríos españoles. A mi me interesan, por su estrecha relación con el pueblo de Malpica de Tajo, algunos de los estudios sobre la navegabilidad del río Tajo. Para quienes deseen iniciarse en este estudio histórico recomiendo esta página. Mis predilecciones son más concretas y específicas: los planos del Tajo en los alrededores de Malpica de épocas pasadas, de los que pudiera ser extraído algún conocimiento sobre el pasado de nuestro río y, por extensión, de nuestra zona.
El primer proyecto y estudio para la navegabilidad del río Tajo lo realizó Juan Bautista Antonelli de 1581 a 1588 y no ha quedado documentación alguna de los planos y proyectos propiamente dichos, y aunque el rey Felipe II lo recibió con entusiasmo (contando esta empresa con el apoyo de personalidades tan ilustres, además de la regia, como el arquitecto Herrera, el ingeniero Juanelo Turriano o el historiador Ambrosio de Morales), y emprendió los trabajos de ampliación del cauce entre las ciudades de Abrantes y Alcántara con la intención de ensanchar el río Tajo desde Lisboa para hacerlo navegable hasta Madrid conectando en la desembocadura del Jarama en el Tajo, y a su vez en la confluencia del Manzanares con el Jarama, sin embargo, este proyecto significaba la inversión de grandes cantidades de dinero, que se empleaba entre otros frentes más urgentes, lo que abocó a que se abandonara el proyecto
En 1645, por Real orden de Felipe IV, el matemático Luis Carduchi recorrió y cartografió las márgenes del Tajo con el encargo de estudiar su navegabilidad hasta Lisboa. Para conseguir información directa de los problemas que existían, Carducci bajó en barco desde Toledo hasta Alcántara y fue apuntando todas las dificultades que existían en el trayecto en el libro Chorographia del Río Tajo. Reproduzco a continuación algunos de los planos y una corografía que reproducen algunas partes (las de Malpica y alrededores) del reconocimiento de las riberas del Rio Tajo con el objeto de arreglar la navegación de este río, verificados por el matemático Luis Carduchi e ingeniero Julio Martelli en compañía del Lincenciado D. Eugenio Salcedo Abogado de 1641 a 1657.
Vemos en este mapa, además del molino de Las Monjas en Carpio (donde más tarde se construiría el puente homónimo), la presa para controlar el fluir del agua por el brazo izquierdo que desemboca en "el brazo La Fuerza", ya inservible, y los molinos de Corralejos, edificio de cuatro cuerpos con cuatro aceñas (¿o regolfos?, no he podido discernir) que ya también se les califica de inservibles. Restos de los tajamares aún pueden ser localizados en el fondo del Tajo.
En la corografía siguiente se representan también la presa, los molinos de Corralejos y el pueblo y castillo de Malpica de Tajo.
En este mapa se representa el Tajo desde los molinos de Corralejos hasta la Presa de Montearagón, aunque no se refleja la barca de Montearagón cuya caseta todavía se conserva, ni la de Malpica de Tajo. Es de notar que sí funcionaban los Molinos del Conde de Oropesa en Cebolla que antes eran batanería y que constituyeron la base de la actual presa de la Central Hidroeléctrica de Cebolla.
Por último el tramo del río Tajo que va desde la de presa de Montearagón hasta la desembocadura del Alberche.
El alcalde de Madrid don Carlos de Simón Pontero ante la escasez de productos que sufría la villa y sus alrededores presentó, en 1756, ante Fernado VI un memorandum, el Proyecto para la navegación de los ríos Tajo, Guadiela Manzanares y Xarama, que el citado Fernando VI aprobó en julio de 1756, con la intención de hacer de Madrid un puerto, que se pudiese navegar desde el Manzanares y Jarama y enlazando en Aranjuez con el Tajo hasta Lisboa. Lo que despierta y atrae mi interés de este proyecto son algunos de los mapas que Don Carlos de Simón Pontero encargó, en 1755, a José Briz, arquitecto, y Pedro Simón Gil, para que reconocieran y delinearan los ríos Tajo y Guadiela desde su nacimiento hasta Talavera.
Presento una parte de una de las corografía en la que pueden apreciarse los accidentes geográficos y construcciones de nuestra zona.
Y a continuación los planos.
Plano de la ribera del río Tajo desde el molino de Gramosilla en la Puebla de Montalbán hasta la desembocadura del arroyo de Ronda en Carpio de Tajo realizado por José Briz y Pedro Simó Gil en 1755.
Plano de la ribera del río Tajo desde la desembocadura del arroyo de Ronda en Carpio de Tajo hasta la barca realizado por José Briz y Pedro Simón Gil en 1755.
Plano de la ribera del río Tajo desde la desembocadura del arroyo y la barca de Mesegar de Tajo hasta los molinos de Corralejos por José Briz y Pedro Simón Gil en 1755.
Plano de las riberas del río Tajo desde el Brazo La Fuerza hasta por debajo de la desembocadura del arroyo Pusa por José Briz y Pedro Simón Gil en 1755. En este plano sí aprece la reseña a la barca de Malpica de Tajo pero no al puente, que es construcción posterior.
Plano de las riberas del río Tajo desde el Molino de Cebolla y la ermita de San Illán (supongo) hasta cerca de Montearagón por José Briz y Pedro Simón Gil en 1755.
Otro intento fallido fue el de Juan de Villanueva en 1975.
En agosto de 1828 el rey aprueba los planos que le presentó el arquitecto Agustín Marco Artu (después de Antonelli, el primero en repetir la hazaña de navegar desde Aranjuez a Lisboa para reconocer el río Tajo, eso sí ya en barco a vapor) . Su periplo (ida y vuelta) lo llevó a cabo en 1829 para demostrar la viabilidad de la empresa. En esa fecha se establece por medio de una Real Orden la Compañía para la navegación del Tajo, asumiendo la dirección el brigadier Rafael Cabanas.
Presento, por último, los planos que representan el reconocimiento de las ribera del Rio Tajo con objeto de arreglar la navegación del río. Verificados por el Arquictecto de Madrid Don Agustin Marco-Artu en compañía de varios prácticos del país en 1828.
Plano que representan el reconocimiento de las ribera del Rio Tajo, desde el vado río abajo de la barca de El Carpio de Tajo hasta el molino de Cebolla, levantados por el Arquictecto de Madrid Don Agustin Marco-Artu en 1828. Se reseña la presa de Corralejos y su molino pero se dice que está en ruinas. También se refleja, la desembocadura del reguero que baja del Castillo Villalba (en la fuente "La Teja") que llama arroyo y la barca de Malpica de Tajo.
Plano que representan el reconocimiento de las ribera del Rio Tajo, desde el molino de Cebolla hasta la barca de Montearagón, dibujado por el Arquictecto de Madrid Don Agustin Marco-Artu en 1828.
Existió otro proyecto de navegabilidad para el río Tajo emprendido el brigadier Francisco Javier de Cabanes en 1829: "Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el rio Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico: las ventajas de esta empresa y las concesiones hechas a la misma para realizar la navegación" del que entresaco los párrafos de su crónica que afectan a nuestro pueblo en el descenso y el remonte posterior del cauce del río: