Pregón de Emigdio Jiménez Flores en la fiesta de la Nieves de Malpica de Tajo (1997)
- Corporación municipal.
- Queridos amigos y hermanos de mi querido y entrañable pueblo de MALPICA.
Gracias por haberme elegido para pronunciar este año el pregón de las Fiestas "Virgen de las Nieves". Para mí es un honor y un homenaje; porque precisamente este año y en estas fiestas cumplo el XXV ANIVERSARIO DE MIS BODAS DE PLATA SACERDOTALES. Aquí dije mi primera Misa, a la vista de todos vosotros, y me dediqué desde entonces al Servicio de Jesucristo, en su Santa Iglesia, en las personas más pobres y deprimidas; transcurriendo todo este tiempo, entre ANDALUCIA, MADRID, Y MI QUERIDO PUEBLO DE MALPICA.
Este pueblo, que me vio nacer; me enseño las primeras letras, en la escuela; que me enseñó a querer y a rezar en su iglesia; a venerar a sus santos: SAN SEBASTIAN, SAN PEDRO, Y VIRGEN DE LAS NIEVES.
Este pueblo que me vio trabajar en la fragua; a trabajar en el campo: TRILLAR, con innumerables vueltas en los trillos de pedernal, que a los niños nos divertían, porque parecían trineos; pero que, cuando se hacía por obligación, era agotador.
Este pueblo, que me enseñó a escardar, a ser "ATERO CHICO", para llevar el agua a los nobles y sufridos segadores de trigo y cebada.
Este pueblo, que me vio agavillar detrás de las cuadrillas de mujeres obreras, que tenían la fortaleza y la ternura arrancando y segando los garbanzos y alveriones que un grupo de niños agavillábamos.
Este pueblo, que me llevó a "ojear" en las madrugadas de invierno u otoño, para llevar las piezas de caza de perdiz y conejos a los cazadores de rango, y que como peregrinos, íbamos voceando por valles y cerros, con tan solo un bastón y una talega colgada a nuestro cuello, donde guardábamos un trozo de pan. Dicho sea de paso, nuestra ganancia era cuando alguna pieza se perdía, y la podíamos guardar para traerla a nuestra casa, y que comieran nuestras madres y nuestros hijos.
Pero, ¿sabéis lo que más deseábamos y echábamos de menos, en medio de todos estos trabajos?
LA FIESTA DEL PUEBLO, porque...
- descansábamos; incluso algunos estaban tan cansados, que se tiraban los tres días durmiendo, y cuando se despertaban, era para volver otra vez al trabajo. - nos divertíamos, en el fútbol, de forma especial; en el baile, jugando entre las parejas que bailaban en la plaza. - veíamos a los familiares, que durante el año no estaban en el pueblo. - nos montábamos en las famosas BARCAS Y NORIAS, compitiendo a ver quién subía más alto. - Comíamos almendras o mirábamos en el borde del puesto que las vendían, a ver si alguna se caía, o se descuidaba el vendedor, y alguna se perdía. - Era el tiempo de BAÑARSE, y por tanto, el tiempo de merendar debajo del puente por la tarde. - Y por la mañana, el baño de los mozos en el MURO, donde todos hacíamos acrobacias, para ver quién tenía mejor aguante debajo del agua, mejores saltos de la CARPA , mejores maneras de nadar, mejores músculos para exponernos al cruzar el río, a las mujeres que estaban en la otra. orilla.
Eran años de sosiego, de resignación, de "relax"; pero de mucho sueño psicológico, porque no se permitía despertar.
Eran años de "familiar silencio" y de respeto al cabeza de familia; el abuelo, era el que ocupaba el mejor lugar.
Por fin venía la fiesta y era el momento de:
- desahogarse - desperezarse - ennoviarse, que era un respeto y una educación el tener novia - presumir de zapatos nuevos y de pantalones, que no tuvieran remiendos. - era el momento de quedarse un poco tiempo más en la cama, porque era una alegría el escuchar la BANDA DE MÚSICA, por las calles. - era el momento de escuchar las campanas de la iglesia, que anunciaban 1a santa Misa, oficiada por varios curas, que nunca habíamos visto. - Después del acto religioso, el tradicional refresco, ofrecido por el Excelentísimo Ayuntamiento; momento de encuentros, saludos y convivencia.
EN "RESUMEN: todos estos momentos y recuerdos son bonitos y agradables; pero para no morir, tenemos que RENOVARNOS y evolucionar.
- Hay que crear fuentes de formación juvenil. - Hay que crear nuevas fuentes de fiestas y de trabajo. - Hay que crear centros formativos para la juventud. - Formar y elegir personas nuevas, que sigan defendiendo el bien común de la colectividad. - Hay que dejar huellas de progreso, en nuestro caminar. - Tenemos que sembrar nuevas ideas, y transmitirlas a nuestros hijos y nietos. - Si renovamos nuestras casas nuestras costumbres y nuestras máquinas. Renovemos nuestras ideas y renovemos nuestros métodos.
Pero todo ello para hacer un mundo mejor, un Pueblo Nuevo, en función de los DERECHOS HUMANOS, de nuestro Pueblo de Malpica, si no queremos morir, tenemos que renovarnos.
Pero mientras este momento llega, tenemos que hacer fiesta; porque en la fiesta, es cuando las personas mejor nos conocemos, cuando más convivimos, cuando más compartimos, y esto es importante, que lo hagamos con espontaneidad y con todo el corazón.
¡VIVA LA VIRGEN DE LAS NIEVES! ¡VIVA NUESTRO PUEBLO!
D. Emigdio Jiménez Flores, Presbítero