Flora y fauna de Malpica de Tajo


 

La Lagartija (Podarcis hispanica)

Etimología de Podarcis hispanica

El nombre genérico Podarcis es una palabra procedente del griego {podarkes, -es, -es} que significa "de pies ágiles". El nombre específico hispanica deriva del latín {hispanicus, a, um} "española o de España".

Características

El diseño anatómico de la lagartija ibérica está claramente determinado por sus hábitos rupícolas. Efectivamente las características principales que llaman la atención cuando observamos a un ejemplar de cerca; cuerpo robusto aunque de pequeño tamaño y fácilmente aplastable, diseño husiforme, dedos y cola extremadamente largos; están enfocadas a garantizarle rápidos movimientos tanto horizontales como verticales sobre muros y piedras. Igualmente le permiten refugiarse con facilidad dentro de pequeñas fisuras y grietas o debajo de alguna roca. Su cabeza no es muy grande, bastante aplanada y poco diferenciada del resto del cuerpo. El hocico es afilado y los ojos, ligeramente prominentes, poseen pupilas circulares negras con iris amarillento. También es característica la presencia de escama occipital. El cuerpo aparece recubierto por multitud de pequeñas escamas granulares. Las patas son esbeltas y poseen cinco dedos largos, sobre todo las posteriores, dotados de uñas igualmente largas. La cola también es muy larga, y supone casi 2/3 de la longitud total del cuerpo, generalmente entre 15-18cm. La coloración de fondo del dorso es extremadamente variable incluso en ejemplares pertenecientes a una misma población. Aunque abundan los ejemplares de color pardo, también se encuentran otros con una bonita coloración verdosa. Es frecuenta la presencia de pequeñas manchas y ocelos de color negro que en ocasiones forman bandas longitudinales en los costados .La garganta suele ser blanquecina o amarillenta, libre de manchas y el vientre es blanco sucio o grisáceo salpicado de motas negras de pequeño tamaño. La cola posee los mismos tonos que el resto del cuerpo, excepto en los recién nacidos y juveniles, que están dotados de un apéndice espectacularmente coloreado de verde o azul turquesa. Se han documentado casos de ejemplares albinos y melánicos.

Lagartija de cola roja

Los machos generalmente alcanzan mayores tamaños, cabeza más robusta así como patas y cola mas largas. Esta última tiene una base más ancha, pues aloja en su base los hemipenes (órgano reproductor masculino). Su colorido es más llamativo sobre todo en la época de celo en que muestra el dorso verdoso y el vientre anaranjado o rojizo. Asimismo el dorso presenta un diseño reticulado con multitud de pequeñas manchas oscuras. Las hembras poseen tonos más apagados y destacan por la presencia de varias bandas laterales (alternativamente claras y oscuras) en los costados. Su abdomen también es más ancho.

Hábitat y etología

Esta pequeña lagartija es especialista de la vida rupícola, y es fácil encontrarla en cualquier formación rocosa, ya sea natural o artificial. Al igual que las salamanquesas, ha sabido aprovechar a la perfección las construcciones humanas que al fin y al cabo no son más que afloramientos rocosos un tanto peculiares, y ha colonizado con éxito todo tipo de tapias, muros, paredes y albarradas. De esta forma es fácil encontrarla en todos y cada uno de nuestros pueblos incluso en el mismo centro de Granada capital. En zonas donde no abundan las rocas, también puede vivir directamente en el suelo, ocupando matorrales bajos y claros de bosque.

Estrictamente diurna, en nuestra provincia está activa la mayor parte del año, pues incluso en pleno invierno, al tener un tamaño tan reducido, es capaz de obtener el calor necesario en poco tiempo para activarse en un día soleado. Por este mismo motivo es especialmente abundante en la media y alta montaña donde alcanza importantes densidades. Aún así en periodos desapacibles hibernan escondidas en grietas o debajo de piedras. Su mayor actividad coincide con la primavera y principios de verano. Por la mañana se solean colocándose sobre piedras bien expuestas, y cuando alcanzan la temperatura necesaria comienzan a deambular por las rocas y alrededores en busca de presas. En verano a mitad del día buscan las sombras para protegerse del calor es excesivo.

Reproducción

A finales del invierno los machos comienzan a defender un pequeño territorio, y muestran una coloración mas intensa al iniciarse el periodo de celo. Defienden pequeñas porciones del roquedo y en las luchas que se producen muchas veces pierden la cola. Una vez conquistada una hembra, la inmovilizan mediante mordiscos en el cuello o el lomo y se aparean con ella. Las cópulas tienen lugar hasta finales del mes de abril. La hembra selecciona grietas, huecos bajo piedras o directamente realizan un pequeño agujero en la tierra donde deposita de 1 a 5 pequeñísimos huevos de consistencia elástica. Dependiendo de su tamaño puede realizar hasta 3 puestas en una temporada. El periodo de incubación es de entre 60 y 80 días por lo que a finales de julio y sobre todo en agosto y septiembre emergen las pequeñas y vistosas lagartijillas. El cuerpo mide unos 2cm y más de 3cm la cola, que está llamativamente coloreada de azul y verde. Alcanzan la madurez sexual al año y tienen una longevidad máxima comprobada de cuatro.

Alimentación

Su alimento lo constituyen una enorme variedad de pequeños invertebrados que buscan activamente, aunque en ocasiones cazan al acecho. Dada su extremada agilidad y capacidad para trepar, capturan sin excesivos problemas multitud hormigas, moscas, pequeños escarabajos y arañas. Incluso se comportan como caníbales y pueden devorar puestas y juveniles de su propia especie. También se ha documentado la captura de juveniles de otros reptiles como salamanquesas con las que comparte hábitat. Las poblaciones situadas en islas completan su dieta con materia vegetal.

Enemigos

La lagartija ibérica tiene multitud de enemigos naturales. Cualquier depredador con un tamaño superior al suyo intentará atraparla. Grandes arañas y escorpiones, lagartos y lagartijas de mayor tamaño, culebras, mamíferos como la comadreja, gato montes, zorro y aves como la urraca, alcaudones, cernícalos, mochuelo, lechuza.... y un largo etc, acecharan la roca donde se refugia la lagartija. Pero no será tarea fácil la de su captura, pues junto a su pasmosa agilidad para trepar y la rapidez de sus movimientos, ha desarrollado un mecanismo único de defensa pasiva que comparte con otras especies de reptiles y anfibios. Se trata de la ”autotomía caudal”. Bajo esta científica denominación se oculta un fenómeno conocido por la mayoría de la gente. Se trata ni más ni menos que de la capacidad que tienen para desprender un trozo de su cola a voluntad cuando son atrapadas. Esta auto-amputación provoca la distracción del depredador que se ensaña en el apéndice mientras este no para de moverse compulsivamente permitiendo escapar a su antiguo poseedor. Tan llamativos son sus movimientos que la cultura popular los ha adoptado y no es raro escuchar expresiones como “te mueves más que un rabo de lagartija”. Este mecanismo de defensa está especialmente desarrollado en los individuos recién nacidos y juveniles, que poseen colas muy largas y ricamente coloreadas de azul o verde. Precisamente tienen la función, entre otras, de atraer la atención de los posibles depredadores hacia ellas. La presencia de la cola es fundamental para la lagartija pues le sirve como timón y punto de apoyo para conservar el equilibrio en sus ágiles desplazamientos y es una zona de reserva de grasas. Por tanto una vez perdida comienza a regenerarla, aunque ya no alcanzará el mismo tamaño y desarrollo que la original.

La lagartija ibérica forma y ha formado parte de los juegos de multitud de niños en nuestro pueblo que descargaban sobre ellas el instinto cazador que todos llevamos dentro. Sería conveniente reconducir estas actitudes para por lo menos evitar que los ejemplares capturados sucumban cruelmente como ocurre en la mayoría de ocasiones. Al ser una especie muy común y abundante constituye un recurso excepcional para introducir a nuestros jóvenes en el mundo de los reptiles, bajo unos criterios de conocimiento y respeto que redunde en beneficio del resto de nuestra denostada aunque excepcional fauna de anfibios y reptiles. Este objetivo podría alcanzarse mediante campañas educativas en los centros de enseñanza, dirigidas tanto a los alumnos como al profesorado.

Dichos

- " Una lagartija " es una chica muy agil y delgada que no puede verse quieta.