Flora y fauna de Malpica de Tajo



 

Arrendajo (Garrulus glandarius)

Etimología

El nombre genérico Garrulus proviene del latín "garrulus" que significa charlatán. El nombre específico glandarius también procede del latín y significa "que produce bellotas" por su hábito de esconderlas en sitios que después olvida, lo que ayuda a la propagación y reforestación de los encinares y coscojales.

Descripción

El arrendajo es un ave un poco más pequeña que una paloma. Su identificación es fácil, ya que sus alas tienen dos marcas de tonos azul turquesa con listas negras que la delatan rápidamente. Sus ojos son también de color azul, lo que le otorga una singular belleza. Longevidad: pueden vivir hasta 5 años. Peso: de 135 a 185 gramos. Envergadura: Con las alas abiertas pueden medir de 50 a 56 cms. Longitud: de 30 a 36 cms. Vida social: Vive en grupos reducidos. El extraño color de su plumaje y su estridente grito «skaak-skaak» hacen del Arrendajo un ave visible durante la mayor parte del año. En la época de cría es más silencioso y es difícil verlo cuando se escurre de rama en rama bajo una densa cubierta de hojas. Los arrendajos están mucho más ligados a los bosques que la mayoría de los otros córvidos españoles; pueden encontrarse también en parques urbanos, pero raramente se ven lejos de árboles. En verano prefieren bosques abiertos con sotos altos y en invierno parecen depender principalmente de frondosas, durante las semanas en que el alimento es escaso. En otoño cogen bellotas y las entierran; más tarde, durante el mal tiempo, vuelven a comer a sus escondidos depósitos. Al principio de la primavera los arrendajos se tornan aves sociales, reuniéndose en ceremonias en las que se persiguen uno a otro con lentos batidos de alas. En otras épocas fuera de la de cría se desplazan en parejas o en pequeñas partidas. Además de su característico grito, poseen un amplio vocabulario, que incluye un sonoro y resonante «quiu» y un sonido como cloqueante que puede ser imitación del de la urraca.

Arrendajo

Etología y hábitat

Habita en bosques, en diferentes lugares, aunque la presencia de agua es común a los lugares de cría. También habita otras zonas como pequeñas arboledas, campos de frutales e incluso algunos jardines y parques urbanos. Casi todas las aves acuden frecuentemente al agua a limpiar su plumaje para conservarlo en perfecto estado; esta labor la realiza también el arrendajo preferentemente a primera y a última hora del día como puede observarse en la fotografía adjunta, donde está remojándose con los primeros rayos de sol. Una vez introducidas sus patas en la charca, introducen la cabeza y finalmente las alas realizando unas sacudidas fuertes a ambos lados, sin llegar a sumergir por completo su cuerpo de una vez, ya que podrían tener problemas para salir del agua.

Alimentación

Su dieta se basa preferentemente en semillas, tallos, insectos, frutos secos, gusanos e incluso pequeños roedores. Pero lo más curioso es que almacenan alimento para la temporada invernal -cuando escasea más la comida-. El arrendajo utiliza su pico para esconder entre la corteza de los árboles, entre las raíces o en el suelo las semillas, bellotas y otros frutos que ha ido capturando previamente. De esta forma se asegura una correcta alimentación en la época en que más escasea el alimento.

Arrendajo con comida

Este hábito de esconder frutos, de los que luego olvida muchos, particularmente bellotas, le convierte en un importante agente reforestador natural de nuestros bosques. Se estima que una temporada un solo ejemplar es capaz de almacenar entre 4.500 y 5.000 bellotas (Cramp y Perrins, 1994, Vázquez, 1997), lo que puede dar idea de su papel en la regeneración natural de nuestros bosques. Aunque el arrendajo es acusado de depredador de otras especies de aves, por lo que suele ser perseguido por el hombre, dos trabajos exhaustivos sobre la dieta del arrendajo en la Península Ibérica a lo largo del ciclo anual (Sanmiguel, 1983 y Guitian, 1985) ponen de manifiesto que los vertebrados aparecen de forma excepcional entre los alimentos del arrendajo, lo que parece indicar tan sólo una utilización esporádica y oportunista de la captura de otras aves y nunca un hábito alimentario. El reclamo más habitual es un sonido ronco con tono alarmante, que parece dar la señal al resto del bosque cuando detecta nuestra presencia.Entre los enemigos naturales de los arrendajos se encuentran el azor (Accipiter gentiles) y el gavilán (Accipiter nisus).


Reproducción

El arrendajo realiza una sola puesta anual de la que nacerán alrededor de cuatro o cinco polluelos. La puesta tendrá lugar en los meses primaverales de abril a junio. El nido estará situado preferentemente en la parte baja de la maleza aunque también puede situarlo a no demasiada altura en los árboles. Tanto el macho como la hembra participarán en la cría y alimentación de sus poyuelos. Su vuelo es bastante trabajoso. Pequeños planeos entre un batir lento de alas. No suele alcanzar excesiva altura. Se posa de rama en rama en pequeños trayectos hacia su objetivo.